viernes, 29 de noviembre de 2013
EL PENSAMIENTO LATERAL DE EDWARD DE BONO
UNA RESEÑA CRÍTICA
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Los conceptos
teóricos son claramente explicados y suficientes para una muy clara comprensión
del tema pero complementados en todo momento por ejemplos ilustrativos y hasta
entretenidos para el lector.
El libro hacer
una diferenciación entre el pensamiento lateral y el pensamiento lógico o
vertical, los cuales son diametralmente opuestos y sin embargo complementarios.
El pensamiento vertical busca seleccionar la solución más lógica y prometedora
en base a la experiencia del sujeto, mientras que el pensamiento lateral busca explorar
nuevos enfoques.
Dichos
pensamientos son complementarios pues el pensamiento lateral abrirá nuestra
gama de opciones disponibles, pero el pensamiento vertical será el que se
encargará de aterrizar una de dichas opciones de manera concreta. En cambio,
una persona que no aplica un enfoque lateral caerá siempre en una repetición de
soluciones o elecciones anteriores pues confía en su efectividad, pero sin
darse cuenta de que existe una gama de opciones alternativas que podrían ser
aún más efectivas que las que ha adoptado dentro de sus modelos. Existen muchas
personas e incluso instituciones que se caracterizan por ser “tradicionalistas”
por su resistencia general al cambio sin haber siquiera analizado las
alternativas disponibles desde una perspectiva abierta y objetiva.
Considero que también
es importante la invitación que hace el autor hacia un rompimiento de paradigmas
en lo que refiere al tema de la enseñanza del pensamiento lateral, el cual a
pesar de ser una cualidad innata, también puede ser enseñado y aprendido. Puede
que algunos docentes pensemos: “Eso ya
lo sabía. Claro que se puede enseñar.”. Sin embargo, ¿demuestran nuestras
actitudes y acciones para con nuestros alumnos que estamos convencidos de ello?
¿Tachamos a algunos estudiantes de “no ser muy creativos” porque simplemente
“no se les da”? Si detecto que alguno de mis alumnos se beneficiaría de
desarrollar más su pensamiento lateral, ¿qué hago yo al respecto?
Vale también
la pena hacer un paréntesis y aclarar que De Bono afirma que el pensamiento
lateral no se puede enseñar de manera efectiva dentro de contenidos de otras
asignaturas, sino que requiere que se le dedique un tiempo mínimo de una hora a
la semana exclusivamente para la enseñanza del pensamiento lateral con el de
que se adopten los ejercicios como costumbres mecánicas en el quehacer diario.
Yo agregaría otra razón para no impartir clases de pensamiento lateral dentro
de una asignatura curricular: los contenidos de otras materias también
impedirían el correcto aprovechamiento de las estrategias al servir de
distractor del propósito de estimular la creatividad de manera consciente.
En el primer
capítulo del libro De Bono establece que el pensamiento lateral puede enseñarse
a partir de los 7 años y hasta la fase universitaria, sin embargo, en éste
mismo capítulo él asegura que mientras más elevado es el nivel intelectual de
las personas es más sencillo captar los principios implicados en ello.
Desconozco si el autor delimita la edad máxima recomendada debido a que estaba
haciendo referencia a la necesidad de que fuera una institución educativa
formal la que impartiera los contenidos de su manual, sin embargo, retomando lo
mencionado por el mismo autor, no considero que el nivel intelectual de las
personas baje necesariamente una vez que han abandonado una etapa de formación
académica formal. Muchos estudios han demostrado lo benéfico que es para la
mente de personas de la tercera edad el que lleven a cabo ejercicios de
desarrollo cognitivo, incluyendo los enfocados al desarrollo de la creatividad.
Es por ello que considero que poner un límite de edad a la posibilidad de
desarrollo del pensamiento lateral no es muy objetivo y que por tanto merecería
un análisis más profundo.
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Una vez que nos
hemos formado ciertos modelos, nuestra tendencia humana es a querer continuar
con nuestros modelos existentes, es decir, que cualquier información nueva que
recibimos es reacomodada dentro de los esquemas que ya tenemos del tema; y
cuando no logramos encajar la nueva información dentro de lo que creemos, lo
más sencillo es a descartar la información por completo. Pero, ¿cuáles son las
consecuencias de mirar nuestras vidas únicamente a través del filtro de ciertos
modelos?
Un claro
ejemplo de esto es la historia de la humanidad misma. Por ejemplo: Galileo hace
un gran descubrimiento y le anuncia al mundo que no es el Sol quien gira
alrededor de la Tierra, sino a la inversa. La Iglesia Católica reacciona obligando
a Galileo a retraerse públicamente o morir. ¿Pero por qué? ¿Por qué hacía a un
hombre merecedor de muerte el que la Tierra girara alrededor del Sol?
Simplemente que rompía con los esquemas de una institución tal poderosa como la
Iglesia Católica, no encajaba en sus modelos o ideas existentes. Dios creo al
hombre y la Tierra, es obvio que el Universo tenía que girar en torno a ella,
cuestión que dedujeron por iniciativa propia y no porque la Biblia lo
estableciera, dicho sea de paso.
De Bono propone
una solución a estos modelos rígidos que son establecidos no solo por
individuos sino por sociedades enteras. Debemos mostrar apretura a la
reestructuración de nuestros modelos con el fin de dar cabida a ideas y
conceptos nuevos. Por “dar cabida” no me refiero a encajar a la fuerza una
pieza que no embona en el rompecabezas que es nuestra mente, sino a que si algo
no encaja con lo que ya habíamos aceptado como correcto, estar dispuestos a
revisar lo que ya habíamos armado pues en ocasiones un simple reacomodo de
piezas nos ayudaría a resolver el rompecabezas.
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lunes, 25 de noviembre de 2013
SEIS SOMBREROS PARA PENSAR
El método ha encontrado amplios modos de empleo en el sector británico de la innovación, es ofrecido por numerosas consultorías y se ha anexado al servicio civil británico. Michael Hewitt-Gleeson afirma que el método fue desarrollado inicialmente durante una sesión de lluvia de ideas que tuvo lugar con él, Edward de Bono y Eric Bienstock en 1983.
TOP 10 "PENSAMIENTO LATERAL Y APRENDIZAJES"
A continuación les presento mis 10 citas preferidad del libro "PENSAMIENTO LATERAL Y APRENDIZAJES" del Dr. Julio César Arboleda Aparicio en orden descendiente.
Dos tareas tiene la escuela [...]: 1) generar oportunidades para desarrollar en los estudiantes pensamientos múltiples y 2) dignificar la formación del pensamiento, tanto del pensamiento que requiere tomar decisiones inmediatas para atender las exigencias del mundo de la vida, como del pensamiento que obra al ritmo de nuestra propia espiritualidad [...]. (pag. 46)
Es preciso que el docente genere oportunidades y capacidades para que el estudiante reconozca la necesidad de pensarse constructivamente, de asumir los aprendizajes de manera responsable; reconozca que parte de esta responsabilidad consiste en evaluarse a si mismo en sus desempeños, actuaciones, actitudes, formas de ver, de sentir, de pensar, de obrar. (pag. 29)
La tolerancia es una manera de ser flexible en la vida; de actuar con base en el reconocimiento y aceptación de sí mismo y del otro. (pag. 33)
La formación de pensamientos en los individuos se dignifica cuando se generan oportunidades y capacidades para que estos direccionen este potencial hacia su desarrollo como personas. (pag. 42)
Pensar y lateralizar el pensamiento es una manera de saberse y ser más humano; es un mecanismo, un recurso que bien dirigido aporta dignidad, éxito, felicidad, autodirección, autoproyección. (pag. 25)
En nosotros reside el amor y la felicidad que podamos sentir y vivir realmente, y en gran medida la calidad de vida que nos demos. (pag. 23)
La elección de planos, demensiones o contextos [...] es asumir estas inquietudes desde ópticas insospechadas, prohibidas, nuevas, hurgando en el lado oscuro de las cosas, viendo desde donde rutinariamente no se ve. (p. 63)
El pensamiento lateral tiene relación con la capacidad de ver lo que rutinariamente solo miramos. (pag 15)
El pensamiento lateral es proporcional a la felicidad: entre mayor capacidad de pensamiento lateral se posea, mejores oportunidades de felicidad tendríamos, o menores riesgos de infelicidad. (pag. 20)
Amar entraña cualidades tales como: detalles, cuidado, diálogo, reconocimiento del otro y de sí mismo, comunicación franca, afecto, disposición, lealtad, libertad, sentimientos y pasión a la luz de la dignidad. El amor es del tamaño de la calidad con la que asumanos cada una de estas cualidades. (pag. 26)
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Dos tareas tiene la escuela [...]: 1) generar oportunidades para desarrollar en los estudiantes pensamientos múltiples y 2) dignificar la formación del pensamiento, tanto del pensamiento que requiere tomar decisiones inmediatas para atender las exigencias del mundo de la vida, como del pensamiento que obra al ritmo de nuestra propia espiritualidad [...]. (pag. 46)
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Es preciso que el docente genere oportunidades y capacidades para que el estudiante reconozca la necesidad de pensarse constructivamente, de asumir los aprendizajes de manera responsable; reconozca que parte de esta responsabilidad consiste en evaluarse a si mismo en sus desempeños, actuaciones, actitudes, formas de ver, de sentir, de pensar, de obrar. (pag. 29)
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La tolerancia es una manera de ser flexible en la vida; de actuar con base en el reconocimiento y aceptación de sí mismo y del otro. (pag. 33)
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La formación de pensamientos en los individuos se dignifica cuando se generan oportunidades y capacidades para que estos direccionen este potencial hacia su desarrollo como personas. (pag. 42)
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Pensar y lateralizar el pensamiento es una manera de saberse y ser más humano; es un mecanismo, un recurso que bien dirigido aporta dignidad, éxito, felicidad, autodirección, autoproyección. (pag. 25)
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En nosotros reside el amor y la felicidad que podamos sentir y vivir realmente, y en gran medida la calidad de vida que nos demos. (pag. 23)
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La elección de planos, demensiones o contextos [...] es asumir estas inquietudes desde ópticas insospechadas, prohibidas, nuevas, hurgando en el lado oscuro de las cosas, viendo desde donde rutinariamente no se ve. (p. 63)
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El pensamiento lateral tiene relación con la capacidad de ver lo que rutinariamente solo miramos. (pag 15)
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El pensamiento lateral es proporcional a la felicidad: entre mayor capacidad de pensamiento lateral se posea, mejores oportunidades de felicidad tendríamos, o menores riesgos de infelicidad. (pag. 20)
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Amar entraña cualidades tales como: detalles, cuidado, diálogo, reconocimiento del otro y de sí mismo, comunicación franca, afecto, disposición, lealtad, libertad, sentimientos y pasión a la luz de la dignidad. El amor es del tamaño de la calidad con la que asumanos cada una de estas cualidades. (pag. 26)
miércoles, 20 de noviembre de 2013
martes, 19 de noviembre de 2013
ESTILOS DE PENSAMIENTO DE ROBERT STENBERG:
CLAVES PARA IDENTIFICAR NUESTRO
MODO DE PENSAR
Y ENRIQUECER NUESTRA CAPACIDAD
DE REFLEXIÓN
UN ENSAYO
CRÍTICO
Robert Stenberg, quien ostenta
trece doctorados honoríficos provenientes de las mejores universidades de
cuatro continentes, es considerado uno
de los psicólogos más sobresalientes del
medio hoy en día. Por ello, no es de sorprendernos que las teorías que plasma
en sus libros ejerzan tanta influencia en cualquier campo de la psicología aplicada.
Stenberg publica en 1999 el libro
titulado “Estilos de pensamiento. Claves para identificar nuestro modo de pensar
y enriquecer nuestra capacidad de reflexión”. Llama la atención que desde el título mismo
el autor invite al lector a que el conocimiento que adquiera con la lectura del
texto no se quede solo en eso, sino que más bien conduzca a la meditación
personal y a un actuar consecuente.
El autor se enfoca en la
diferenciación entre las aptitudes o capacidades para hacer las cosas y los
estilos de pensar, es decir, la manera en que las personas prefieren hacerlas,
aclarando en todo momento que ambos factores pueden ser igual de relevantes
dentro de su desempeño. Estos hallazgos son consistentes con el hecho de que
como educadores constantemente nos encontramos con que las notas escolares no
son un indicador del éxito que tendrá nuestro alumno al enfrentarse a los
estudios superiores o al medio laboral.
La teoría del autogobierno mental
se basa en el hecho de que las distintas formas de gobierno político que
existen hoy en día son únicamente un reflejo de los diversos estilos de
pensamiento humano, razón por la cual Stenberg divide a las personas de acuerdo
a sus funciones (legislativo, ejecutivo y judicial), formas (monárquico,
jerárquico, oligárquico y anárquico), niveles (global y local), alcance
(interno y externo) e inclinaciones (liberal y conservador).
Existe mucho que se puede
comentar acerca de la clasificación del autor, sin embargo, me pareció
especialmente útil la división en base a las funciones de las personas: legislativo,
ejecutivo y judicial. Las personas ejecutivas gustan de seguir reglas y
prefieren resolver problemas estructurados; éste estilo es muy apreciado en
general por las escuelas y el medio laboral cuando se ocupan mandos medios o
bajos pues son muy buenos para seguir instrucciones y llevar a cabo tareas como
les es indicado.
Las personas legislativas
prefieren tomar decisiones propias respecto a qué hacer y cómo hacerlo y
propenden a la creatividad, pero no son muy apreciados en medios donde se exige
una ejecución incuestionada del trabajo planteado debido a que prefieren hacer
las cosas a su modo y no gustan de seguir las reglas.
Finalmente, los individuos judiciales gustan
de evaluar y analizar, reglas, procedimientos, ideas y cosas existentes; sin
embargo, la educación deja poco o nada de lugar al cuestionamiento de los
conocimientos que se imparten en las escuelas y lo mismo ocurre en muchos
centros de trabajo.
Un punto acertadamente criticado
por el autor es el hecho de que ciertos estilos de pensamiento, como el
legislativo, son rechazados y hasta penalizados por las escuelas, llegando estas
a reprimir y hasta eliminar dichos estilos. La gravedad de esto reside, no solo
en la gran frustración que se causa en las personas al tener ellas que coartar
su “comodidad” psicológica, sino en que muchas veces se pierden características
que pudieran haber sido muy deseables para el futuro desarrollo profesional y
personal de las personas.
El sistema educativo actual llego
a existir como modelo poco después del inicio de la era industrial debido a que
surge la necesidad de entrenar mano de obra calificada para el trabajo en las
fábricas e industrias. La educación pública tenía como propósito el capacitar a
los futuros obreros de la industria, mas no a los altos ejecutivos o
inventores, quienes generalmente emergían de las clases altas y por años
continuaron recibiendo su educación de manera particular y personalizada. Era
un sistema que buscaba entrenar a las personas como ejecutivos y, por tanto,
las premiaba. En cambio, dicho sistema no tenía necesidad de personas legislativas
o judiciales que cuestionaran la manera en que se efectuaban las cosas. Seguido
eran consideradas “rebeldes” y eran rechazadas y penalizadas por el sistema de
evaluación educativa.
Hoy en día y al reflexionar
acerca de éstos puntos no es de sorprendernos que los inicios de la Revolución
Industrial llevara al deseo de impartir educación de manera industrializada,
sin embargo, lo que sí debería sorprendernos es el hecho de que poco más de
tres siglos después se continué con la producción en masa de ciertos perfiles
académicos cuando la vida misma requiere de diversos perfiles que lleven a cabo
diferentes tareas.
Stenberg destaca el hecho de que
la coincidencia entre estilos y aptitudes llevan a una sinergia que llevará al
sujeto a aprovechar al máximo dichas características. El problema reside en que
esto no ocurre en todas las personas, siendo necesario en estos casos que las
personas hagan una distinción entre lo que quieren y lo que pueden ser o hacer.
Ejemplo de ellos son los muchos jóvenes que sueñan con ser médicos como sus
padres y continuar con el negocio familiar pero que se les dificulta concentrarse
en la lectura o estar encerrados en una oficina por mucho tiempo. O los que sueñan
con ser futbolistas o cantantes pero que no tienen la aptitud requerida.
Recientemente platiqué con una
alumna de Primaria debido a que se le sorprendió con que había modificado su
reporte de calificaciones para engañar a sus padres debido al estrés que le
causaba la idea de tener que enfrentar y decepcionarlos. Ana es muy responsable,
respetuosa y sociable en extremo, pero que es también muy dispersa y platicona,
razón por la cual batalla para recordar los datos específicos que le preguntan en
clase, lo cual se ve reflejado a su vez en su boleta.
Desde mi punto de vista, el
problema aquí reside no en que la niña no alcance una calificación perfecta,
sino en el estrés que se le está causando debido al alto nivel de exigencia que
le han planteado sus padres y ella misma ante un sistema educativo que no se
adapta a su estilo de pensamiento. La situación empeora cuando el maestro mismo
aumenta la presión dentro del salón de clases al exigir lo mismo a todos sin
tomar en cuenta las diferencias entre sus alumnos. Creo que es en éste punto
que es especialmente importante que entre en acción nuestra capacidad de
reflexión como padres, docentes y personas. Si aceptamos que nuestro sistema
educativo es el que es y que no puede favorecernos a todos en todo momento y
que, como consecuencia, muchos nunca podrán sobresalir en ciertas etapas de su
desarrollo académico, ¿por qué causar frustración a niños y adolescentes al
exigirles que así sea? ¿Podemos pedir a un niño que de su mejor esfuerzo sin
esperar irrazonablemente que dicho esfuerzo se vea reflejado siempre en una
buena nota?
También debemos de ser
conscientes de que esto no quiere decir que no seremos favorecidos nunca por
otros niveles educativos o medios laborales. Nuestros estilos de pensamiento
pueden ser modificados de acuerdo a nuestra edad, las circunstancias y nuestra
flexibilidad personal. ¿Qué podemos hacer para enseñar a nuestros alumnos a ser
flexibles? ¿Qué hago yo para poner el ejemplo y además adaptar mi enseñanza a la
mayor cantidad de estudiantes posible?
Es obvio que nuestro sistema
educativo actual merece ser, no solo adaptado, sino revolucionado desde sus
fundamentos mismos, sin embargo, mientras seguimos esperando a que eso ocurra ¿qué puedo hacer yo como docente? Si nuestra
labor como maestros tiene por objetivo el preparar a nuestros alumnos para la
vida adulta tanto en lo laboral como en lo personal, ¿realmente quiero
mimetizarme con un sistema que prefiere una “producción en serie” de alumnos
graduados con el mismo molde a pesar de no estar cumpliendo su cometido? ¿O me
esforzaré por respetar y explotar los estilos y habilidades de los seres humanos
que tengo sentados frente a mí en el salón de clases? Todo educador que busca
enriquecer su vida y la de las futuras generaciones debe hacerse ésta pregunta.
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